miércoles, 7 de enero de 2015

EN 30 AÑOS UNA SOCIEDAD MUY DISTINTA

¿Cuánto ha cambiado nuestra vida diaria desde que nuestros padres tenían nuestra edad hasta ahora? Aunque sea un corto período de tiempo, la realidad es muy distinta. Para empezar voy a hablar de la mujer y su papel en la sociedad.

Cuando hablo con mi madre siempre me asegura la suerte que tengo de poder seguir estudiando, de poder realizar los deportes que me gustan y la libertad de la que dispongo. Cuando le pregunto sobre cómo era su vida me contesta que totalmente diferente. Profundizando en esto, ella a los 16 años tenía que trabajar todos los días en una fábrica, y aunque sus notas en el colegio fueron buenas, no podían permitirse hacer una carrera, es más, no existía esa opción, nadie de su entorno veía posible el seguir estudiando. La mujer estaba hecha para ocuparse del hogar de la casa y atender a su pareja y sus hijos. Es más, una mujer que no lograba casarse era una especie de fracaso a ojos de la sociedad.

Si relacionamos la mujer y el deporte… prácticamente era algo inaudito, hacer ejercicio era cosa de hombres, una mujer solo aparecía en este mundo como animadora o espectadora, aunque más por mirar a los chicos que porque realmente le apasione este hobby. Una triste realidad que tenemos totalmente superada, aunque en los deportes en el nivel élite todavía no se haya conseguido, en la sociedad es algo que a nadie nos llama la atención, un gran paso, aunque hasta que logremos igualar las condiciones entre mujeres y hombre de élite en un mismo deporte, todavía queda un largo camino por recorrer.



Afortunadamente la vida cambia, y hoy en día cada persona puede elegir el papel que quiere tener en la sociedad, y el estilo de vida que le gusta. Una persona puede casarse o vivir solo, y no por eso es mejor o peor mirado. Una persona puede cuidar de la casa y los hijos o salir a trabajar sin tener en cuenta su género. Y sobre todo, hombres y mujeres somos iguales en derechos y obligaciones, por lo tanto somos individuos independientes que  podemos perseguir nuestros propios objetivos. 

martes, 11 de noviembre de 2014

¿QUÉ CONSIDERAMOS REAL?


Ante esta pregunta, creo que todos tenemos una respuesta directa; todo lo que podemos tocar, ver, oler, sentir… en definitiva, nuestro día a día es real, pero lo virtual se hace paso entre la realidad engañándonos hasta el punto de no conocer cuál es la línea que nos separa de lo imaginario. Todas las sensaciones que nos hacen percibir algo como “real” se forman en nuestro cerebro. Si conseguimos tener la tecnología para crear una ilusión en nuestra cabeza; al igual que pasa con las ilusiones ópticas, que lo que hacen es engañar a los sensores de los ojos jugando con los colores, el brillo, el movimiento, etc; pues en caso de conseguir crear una ilusión de realidad, nuestro cerebro automáticamente empezaría a dudar de qué es realmente de verdad, llegando al extremo de poder sentir que lo tocamos, sin estar tocándolo realmente.  La tecnología está cerca de poder conseguir la perfecta realidad virtual, tal y como podemos ver en las películas.

La película de Matrix se basa en esto, que vivimos en un mundo totalmente virtual, que no es más que un programa informático al cual estamos enchufados, que nos hace percibirlo todo como realidad, cuando la verdadera realidad son las personas encargadas de manejar todo el programa informático, que viven en un mundo dominado por máquinas.

En definitiva, creo que la verdadera realidad no se sitúa a nuestro alrededor, sino en nosotros mismos. Tu vida puede ser real o “virtual” y sólo depende de que seas una persona crítica, de que tomes tus propias decisiones y que seas consecuente con ello. Sin embargo si dedicas tu vida a copiar a los demás, a dejarte llevar y no ser consciente ni responsable de todo lo que haces, pasas a tener una vida virtual o inanimada, no eres más que una máquina consecuente de la sociedad en la que vivimos, que nos anima a no pensar, y por lo tanto no ser reales.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Bachiller y la filosofía.

Algo más que un trabajo.